“El recurso más valioso del mundo ya no es el petróleo, sino los datos” indicaba The Economist el año 2017, haciendo un símil entre petróleo y los datos, resaltando el carácter estratégico y de alto valor de la información en esta era digital.
Solo en el 2020 se estima que se crearon y consumieron 59 zettabytes, o 59 billones de gigabytes, una cantidad inimaginable de datos que crece día a día. Lo mismo ocurre en nuestras organizaciones. Cada vez generamos más y más datos. La pregunta es, ¿cómo podemos aprovecharlos para que nos generen un impacto positivo en nuestros estados financieros? Es decir, ¿cómo podemos monetizarlos?
Esto no es realmente ninguna novedad. Desde finales de los 90s se viene implementando data warehouse, o almacenes centralizados de datos, que sirve de base para entender qué pasó en nuestras organizaciones y tomar decisiones de negocio usando herramientas de business intelligence. Esta es una forma inicial de monetizar la información, pero no la única como veremos más adelante.
Con el uso de herramientas analíticas avanzadas y la inteligencia artificial se ha ampliado las formas de monetizar la información, pues ahora podemos predecir fácilmente qué va a pasar o estimar el mejor curso de acción. Podemos, por ejemplo, predecir las necesidades de nuestros clientes, personalizar nuestros productos y servicios, u optimizar nuestros precios para generar más ventas y/o reducir la pérdida de clientes, redituando todo esto en mayores ingresos para nuestra organización. En otras palabras, monetizar nuestra data.
Pero solo no se trata de obtener más ingresos de nuestros clientes actuales. Con un buen análisis de datos podemos establecer nuevos modelos de negocio o entrar a nuevos mercados multiplicando nuestros ingresos. Podemos también optimizar la rentabilidad de nuestros productos, siendo mucho más precisos al predecir la demanda y optimizar nuestros inventarios. O podemos segmentar analíticamente a nuestros clientes y asignar las oportunidades inteligentemente entre nuestros vendedores para que sean más eficaces. Podemos incluso automatizar completamente algunas decisiones reduciendo los riesgos. Todas estas opciones implican monetizar nuestros datos.
Ya en el año 2014 McKinsey indicaba que las organizaciones que hacían un uso intensivo de analítica de los datos de sus clientes tenían 23 veces más probabilidades de adquirir clientes, 6 veces más probabilidades de retenerlos y, por lo tanto, 9 veces más probabilidades de ser rentables que sus pares como resultado. Todo esto implica monetización.
En todos estos ejemplos, la data es utilizada como un gran habilitador de las decisiones, un gran impulsor de los negocios. Sin embargo, esta no es la única forma de monetizar la data. De hecho, el término “monetizar” sugiere algo más.
Esa manera adicional implica considerar a la data como un activo que tiene valor por sí mismo. Esto es, tratarla como un producto que puede ser vendido y/o aprovechado, habilitando nuevos modelos de negocio dentro de la organización.
Así, por ejemplo, Telefónica le entrega a la empresa de publicidad exterior, Clear Channel, información del perfil de las personas que circulan frente a sus paneles para que pueda ofrecer avisos mucho más dirigidos a sus clientes anunciantes. Esta información la estima de forma anónima y agregada en base a las ubicaciones de los celulares de sus clientes, monetizando esa data.
Igualmente, la aplicación adidas Training ofrece, en su versión Premium, planes de entrenamiento personalizados creados en parte por la misma data que los usuarios de la aplicación proveen al hacer ejercicio, monetizando esa información.
Y estos ejemplos no son aislados… de hecho, el 70% de los datos que se intercambian en Dawex, plataforma de intercambio de datos entre organizaciones, se da entre empresas de distintos sectores que buscan monetizar su información.
Pero… ¿qué pasa si no queremos entrar en el negocio de vender información? Pues, podemos entregarla como insights o benchmarks a nuestros clientes diferenciando nuestra oferta, generando lealtad y monetizándolos de esa manera. Un ejemplo de esto sería John Deere, quien utiliza sensores en sus tractores para entregar a sus clientes agrícolas información sobre el estado de cada metro cuadrado de sus campos, diferenciando sus productos.
Según IDC, para el 2023, el 50% de las empresas G2000 buscarán activamente monetizar externamente sus datos para mejorar sus ofertas comerciales, impulsar la innovación o entregar datos e insights como un servicio. Y tú, ¿ya evaluaste el potencial de tus datos para ser monetizados?
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