El Big Data y la inteligencia artificial han llegado para quedarse, de eso no hay duda. Pero más que eso, estos cada vez trabajan más compenetrados, en su avance hacia la automatización de los procesos. Así, alrededor del mundo, las empresas de diferentes rubros y tamaños utilizan esta poderosa combinación para desarrollar nuevas ventajas competitivas a través de una operación más eficiente.
¿Cómo lo consiguen? Optimizando los recursos, identificando los procesos que precisan automatizarse y gestionando oportunamente el cambio de la organización hacia la industria 4.0. Todo esto gracias al Big Data y su impacto en la inteligencia artificial. Más concretamente, gracias al buen uso de los datos en favor de la inclusión de máquinas inteligentes en los puntos claves de su operación.
En definitiva, el Big Data es la piedra angular de un fenómeno imparable de automatización que llevará a la industria del mundo al siguiente nivel de eficiencia. Pero si aún no te queda claro, como la gestión de datos está impulsando la automatización de la inteligencia artificial, sigue leyendo, en este artículo te lo explicaremos.
Hasta hace algunos años, el uso de inteligencia artificial para automatizar los procesos parecía algo inimaginable. Pero, ¿cómo se ha convertido en algo posible? Precisamente esto se debe a la inclusión del Big data. En cierta forma, todas las piezas estaban allí: grandes cantidades de información recopilada, inteligencia artificial y antecedentes de automatización. Sólo era necesario un elemento que lo integrara todo, y eso ha sido el Big data.
La inteligencia artificial se nutre de la información disponible para desarrollar algoritmos que conforman la lógica de las máquinas, permitiendo que tomen decisiones. Sin embargo, pese a que por años la información ha sido recolectada, era imposible usarla debido a su magnitud y complejidad.
Es allí, donde el Big data hace su magia, volviendo manejable para la inteligencia artificial la enorme cantidad de información disponible. De manera que esta, puede filtrar y tomar los datos del entorno para interactuar de manera coherente según lo que se necesita.
En el pasado, la información era descartada por su falta de valor práctico. Tras la llegada de la interconectividad, provista por el internet de las cosas, la recolección de información se incrementó. A su vez, las tecnologías Big data han hecho posible el almacenamiento, y más importante aún, la gestión de estas grandes cantidades de datos. A partir de esto, los sistemas de automatización consiguieron optimizar las operaciones y mejorar el rendimiento de los equipos individuales conectados a la red.
El Big Data y la industria 4.0
Como hemos señalado, las empresas se han vuelto cada vez más complejas e interconectadas. Y si bien, la automatización no es nada nuevo, en términos de informar y supervisar. El efecto disruptivo del Big Data ha transformado la manera en que se aborda y utiliza la información recopilada. Sobre esta nueva forma de gestionar la información, la inteligencia artificial ha dado un paso firme hacia procesos automáticos, donde la intervención humana es casi nula.
En este sentido, el Big Data es mucho más que la mera recopilación de grandes cantidades de datos. Típicamente se le relaciona al marketing y las ventas. Sin embargo, su utilidad en diferentes áreas y procesos es innegable. Los datos están presentes en todo, desde los factores de producción, las ventas, hasta las áreas administrativas.
Todos los departamentos recopilan una enorme data que bien gestionada puede traducirse en mayor autonomía para la inteligencia artificial a la hora efectuar tareas específicas. Como resultado, han surgido las fábricas inteligentes, empresas que han crecido rápidamente en eficiencia, reduciendo significativamente los tiempos de producción y la incidencia en errores humanos.
El impacto del big data en la automatización recién empieza
Los efectos de este fenómeno dentro y fuera del entorno industrial son de momento incalculables. Si bien, cada vez más, empresas como Google y Amazon implementan soluciones basadas en Big data e inteligencia artificial, aún queda mucho por explorar.
Por ejemplo, en las empresas aéreas se pretende reducir el error humano, causa de muchos accidentes, a través de pilotos automáticos capaces de despegar y aterrizar sin presencia humana. En el sector negocios, es posible que ciertas tareas de análisis recaigan sobre sistemas de inteligencia artificial capaces de procesar grandes cantidades de información para predecir el comportamiento de los mercados y proporcionar opciones inteligentes de inversión.
El sector salud ya viene utilizando la inteligencia artificial potenciada por la Big data como ayuda a los cirujanos en la ejecución de operaciones complicadas. Incluso por medio del análisis de los datos se espera que las máquinas sean capaces de diagnosticar y prescribir medicamentos sin ayuda humana.
Así, el futuro de las organizaciones luce interesante. La industria 4.0 es una realidad, solo resta responder ¿Está tu organización preparada para aprovechar todas las oportunidades que se derivan del Big Data y la automatización de la inteligencia artificial?
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