Open Data Gobiernos electrónicos

Open Data y los nuevos gobiernos electrónicos

Los datos se han convertido en un importante motor económico y social. El aprovechamiento de la información a través de la tecnología ha marcado un importante hito en el desarrollo de la sociedad.

Los datos se han convertido en un importante motor económico y social. El aprovechamiento de la información a través de la tecnología ha marcado un importante hito en el desarrollo de la sociedad. Pero pocas veces asociamos conceptos como el big data al ámbito de las instituciones.

Sin embargo, el efecto de la tecnología es sencillamente imparable y ha calado en los gobiernos para transformar positivamente el manejo de la información. Como resultado, se consigue mayor transparencia de la gestión pública, y mayores herramientas transaccionales para el ciudadano. 

Esto viene de la mano al open data, un concepto que se ha puesto en práctica en diferentes partes del mundo, con excelentes resultados en la extensión de electrónica de los gobiernos. 

Algo que tiene mucho sentido, si consideramos que estamos en la era de la información. Las personas quieren tener acceso a todo desde su smartphone o cualquier otro dispositivo, y no hay razón para que el sector público sea la excepción. 

Ahora bien, ¿cómo consigue el open data promover la gestión de los gobiernos electrónicos? 

¿Qué es el open data?

El open data, o datos abiertos, se refiere a información a la que cualquier persona tiene acceso, a la vez que puede reutilizarla y compartirla libremente. En cuanto a los gobiernos electrónicos, estos datos se ponen a disposición de la ciudadanía con el fin de ayudar a mejorar servicios, impulsar el crecimiento de la economía y mejorar los niveles de transparencia.

El funcionamiento de esta tecnología se fundamenta en la interconectividad e interoperabilidad de los sistemas, lo que permite que la información pueda ser compartida y utilizada desde diversos entornos.

En general para que determinada información se considere abierta debe cumplir con determinadas características: pública, completa, proveniente de fuentes primarias, oportuna accesible y utilizable, comparables e interoperable, permanente y libres de licencia. Es decir, que no toda información pública constituye un dato abierto. 

En el caso de los gobiernos electrónicos, el open data resulta clave. No solo permite brindar al público los datos generados por los gobiernos, también la proveniente de las organizaciones y agencias que sirven a los gobiernos. Y aún más importante, es la puerta de entrada a las transacciones y operaciones que reducen la burocracia y agilizan el funcionamiento de las instituciones de cara al ciudadano.

Los gobiernos electrónicos

Pocos factores han impulsado tanto el cambio en la administración pública como la tecnología de la información. Recordemos que los gobiernos producen grandes cantidades de datos: climatológicos, económicos, sociales, culturales, entre otros. A la vez que se encargan de ofrecer múltiples servicios a un público extenso. 

En este sentido, el open data ha permitido migrar una larga lista de funciones de una interfaz tradicional caracterizada por el papel, las visitas a la oficina pública, y pagos en tesorería, a una interfaz electrónica. 

Un gobierno electrónico supone mucho más que la virtualización de sus procesos. Se trata de un cambio cultural que afecta no solo a las instituciones y a la ciudadanía, sino a la relación que se da entre estos dos actores. Pues, al simplificar los procesos y brindar datos diáfanos, el open data termina por hacer más fácil la vida para las personas, siendo este justamente su principal objetivo. 

La práctica tanto a nivel municipal, regional o nacional, ha dado una y otra vez los mismos resultados. Los datos abiertos contribuyen a la eficiencia de las instituciones de gobierno, e impactan favorablemente a la ciudadanía. 

De manera específica, podemos señalar tres importantes aspectos en que la tecnología de los datos abiertos impulsa la gestión de los gobiernos electrónicos:

Suministro de datos

A lo largo de su gestión los gobiernos generan una data enorme, lo que dificulta la publicación eficiente de la información. La tecnología de datos abiertos permite canalizar esa información de manera coherente y fluida, promoviendo así, la transparencia y la rendición de cuentas.

Al mismo tiempo, facilita la participación y el intercambio de datos con la ciudadanía mediante la creación de canales como sedes electrónicas, redes sociales, correos electrónicos.

Accesibilidad

De poco sirve un flujo de información si las personas no pueden acceder a él. De allí que el segundo elemento que los datos abiertos proporcionan al gobierno electrónico se enfoca en las características de accesibilidad e intercambio de información. 

Esto abarca tanto a la presentación de los datos, y los formatos empleados, es decir conduce al diseño de entornos amigables para el acceso a los datos suministrados.

Utilidad de los datos públicos

En el contexto de los gobiernos electrónicos, el open data tiene como misión abrir el acceso a los datos públicos para que ciudadanos y empresas generen riqueza, y tengan mayor bienestar. No basta con tener acceso al flujo de datos suministrados, este debe poder reutilizarse para generar algún tipo de valor a los individuos o a la sociedad.  

Créditos: Fotografía por Unsplash.com

Le podría interesar