Las marcas comerciales tienen un valor cada vez más creciente en los diferentes negocios. Son entendidas como herramientas indispensables en el mundo empresarial actual, ya que ayudan a las empresas a ampliar su cuota de mercado, y a los consumidores, a distinguir lo que quieren en un mercado saturado de productos.
En este sentido, podemos entender al valor de la marca comercial desde una doble perspectiva: (i) Para el vendedor, el valor de la marca puede entenderse como el rendimiento extra que obtendrá con la identificación de sus productos o servicios a través de la marca y (ii) Para el consumidor, el valor de la marca constituye una garantía al adquirir una serie de beneficios: calidad, fiabilidad, reconocimiento y seguridad.
Bajo este contexto, no cabe duda de que las diferentes empresas -dentro del contexto latinoamericano- pueden hacer uso de sus marcas sin registrarlas ante las autoridades competentes de los diferentes países; sin embargo, esto les representaría un riesgo significativo, ya que, al carecer de una protección legal de sus marcas, otras personas-naturales o jurídicas pueden libremente hacer uso del diseño o elementos de éste para sus propios fines comerciales.
Por lo anteriomente expuesto, resulta sumamente importante su debido registro ante la autoridad competente de cada país, no solo para evitar la dilución de una marca; sino, sobre todo, la merma en el valor del negocio.
Ahora bien, aunque si bien las autoridades competentes de los diferentes países latinoamericanos brindan cierta protección a quienes realizan el registro de las marcas comerciales, esto no puede traducirse a que dichos titulares no puedan verse perjudicados ante las posibles infracciones y los usos deshonestos y negligentes de sus marcas comerciales ya registradas.
Sobre este aspecto, podemos inferir que el hecho de no vigilar una marca registrada puede provocar la pérdida de derechos. A modo de ejemplo, si se produce un uso generalizado de una marca comercial sin su consentimiento, un infractor puede argumentar que ya no tiene derechos de marca porque los consumidores ya no asocian la marca con su negocio.
No obstante, a pesar de este panorama, la tecnología juega un rol importante con relación a la propiedad intelectual, específicamente, en el tema de las marcas comerciales, haciendo cada vez más automatizadas la búsqueda, el registro y el aseguramiento de éstas.
Bajo este escenario, nuestra plataforma BrandsCopilot verifica y monitorea los nuevos registros de marcas comerciales en todo el mundo. Esta plataforma es capaz de, ante cualquier eventualidad o registro indebido, mantener la marca y garantizar el aseguramiento de ésta, no solo con relación a impedir que nuevos competidores ingresen al mercado, sino más que nada, de que la marca esté debidamente protegida.
No obstante, si la plataforma detectase una infracción y el uso indebido de una marca registrada, basándonos en nuestra experiencia, la mejor salida la constituiría la rápida negociación con el infractor. De esta manera, las posibilidades de éxito aumentarían y los costos se verían mermados.
Con todo lo anterior, podemos concluir con que el registro y el montiroreo de una marca comercial es vital para el desarrollo, crecimiento y beneficio financiero para las empresas latinas, sobre todo, para lograr el éxito, rentabilidad y el valor de sus negocios a largo plazo.
Créditos: Fotografía por Unsplash.com